JOSE DALI
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José Dalí nació en Perpiñán en Cataluña a las 12:45 del 17 de febrero de 1940, y es hijo de Salvador Dalí Domenech, ilustre pintor, y su esposa Elena Deluvina Diakonov (Gala). En sus numerosas memorias, José ha descrito a menudo las dificultades de su primera infancia, que una psicóloga amiga suya (la Dra. Gabriella Tupini) llevará de vuelta a "una situación traumática original", que consiste en "una serie casi alucinógena de casos objetivos" esencialmente vinculados a la figura del famoso padre Salvador.
En "L'altro Dalì", autobiografía de 1984, el autor intenta minimizar con bravuconería infantil la peculiar relación con "ese padre especial, incapaz de pasar desapercibido... Incluso en ese febrero hostil y nublado que esperaba impacientemente mi nacimiento, mi padre se distinguió como siempre murmurando: ¡Yo, en su lugar, en este clima, permanecería a salvo allí!". Y de nuevo "... Nacer en el mundo, representa en este caso concreto una verdadera provocación... El hecho de que llegué a esta tierra demasiado pronto, casi una reencarnación temprana de mi padre, puede significar una marcada predisposición a anticipar siempre los tiempos".
El exceso de angustia acumulada por la burlona restricción del destino que después de haberlo separado precozmente de sus seres queridos (presentes en todas partes del mundo con exposiciones exigentes), nublando temporalmente sus instintos filiales, así como sus aspiraciones inmaduras, lo obliga a recomponer metódicamente el muy complicado rompecabezas de su existencia. La acumulación de recuerdos imborrables y experiencias inusuales, un aumento de la "neuropatía" apropiada, desaparecerá definitivamente después de la nueva serenidad familiar, interrumpida más tarde con la muerte del gran artista.
En "Dali sempre Dalì" de 1986: "El deseo de derrotar al hombre, a quien en cambio debería haber amado como padre, cobró vida en mí, y para no limitar los propósitos locos de mi dibujo, me habría atrevido aún más, copiando su estilo y su técnica refinada. Si hubiera logrado alcanzarlo, al menos técnicamente, uniendo mi, cada vez más, en transición metafísica, saliendo de la crisálida "bigotuda", podría haber finalmente superado y "destruido" al Dali-Laio, padre-no padre, amigo-enemigo, reflexión aproximada y finalización total de mí mismo.
No reconociendo en el comportamiento demencial de aquella época el más mínimo rastro del complejo de Edipo más común -en la forma positiva, más consonante con todos los grandes de la historia-, continué mi viaje, elaborando en mí la bala asesina lista para cabecear sin drama y falsa modestia contra quien quizás con masoquismo consciente me había engendrado".
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El Gran maestro JOSE DALI, recibe Diploma de Miembro Fundador del Museo Don Armando S. Reschini y la obra original "Una flor per cápita" de Paula Reschini Mengoni.
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